Cómo acabar con el estrés con cinco minutos de ejercicio

Cansancio, somnolencia, fatiga y, sobre todo, irritabilidad. Aunque no seamos conscientes de ello, cada cambio de estación produce en nuestro organismo diferentes alteraciones que condicionan nuestro estado de ánimo y pueden aumentar nuestro nivel de ansiedad y de estrés, el que ha sido reconocido como la enfermedad del siglo XXI por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

En este sentido, la primavera es una de las épocas del año que más nos influyen, en parte porque todos estos síntomas están relacionados con la astenia y la falta de motivación que esta conlleva.

Porque aunque no está considerada como una enfermedad por la OMS, la astenia se incluye dentro de los denominados trastornos afectivos estacionales y afecta en algún momento de su vida a más de la mitad de la población, mayoritariamente a las mujeres.

Controlar el estrés

El estrés es una respuesta natural del cuerpo ante situaciones que considera como un peligro; para reaccionar a tiempo ante un estímulo, los músculos se tensan y la mente se activa con el objetivo de reunir energía suficiente. Es la forma de afrontar situaciones de tensión de manera saludable. Sin embargo, cuando esa tensión se mantiene durante mucho tiempo aparecen el agobio y la ansiedad, que traen consigo otros problemas añadidos. Dolores de cabeza, incapacidad para conciliar el sueño, problemas gástricos, angustia e incluso erupciones en la piel pueden poner al límite nuestra salud física y mental.

Ejercicios para relajarnos

Una de las formas más eficaces de combatir el estrés y poner la mente en calma es practicar una rutina de ejercicios de relajación. La que propone Miriam López, entrenadora personal del gimnasio virtual de bienestar Olimfit, rsulta muy efectiva porque además de sencilla es corta, lo que nos permite hacerla en cualquier momento del día.

«Lo ideal es marcar una rutina«, explica la entrenadora, «a primera hora de la mañana o justo al finalizar la jornada, lo que nos permitirá también soltar las tensiones acumuladas durante el restos del día y conciliar mejor el sueño».

Los ejercicios, muy sencillos, se basan en controlar la respiración de manera consciente, para que la mente entre en calma. Al respirar de manera profunda, el cerebro envía una señal a los músculos para que se relajen, reduciéndose también de manera considerable tanto la presión arterial como la frecuencia cardíaca.

Aprender a respirar

Para respirar bien mientras haces la rutina de ejercicios que propone Miriam López en el vídeo, comienza inhalando profundamente el aire por la nariz y dejando que el abdomen se hinche evitando que el aire vaya hacia el pecho. Aguanta unos segundos y exhala dejando que el aire salga poco a poco entre los labios, lentamente.

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